Son bastantes frecuentes últimamente las referencias de los medios informativos
a las querellas que se vienen produciendo en el seno de Izquierda Unida. Desde
este boletín de la Agrupación comunista de nuestra fábrica siempre hemos
abordado el análisis de las cuestiones que pudieran tener un interés político. Por
eso, no debemos dejar de ocuparnos de un tema que además nos atañe mucho
como organización política. Si los conflictos entre diversos sectores de IU, entre
los que se encuentra nuestro Partido Comunista de España, fuesen simple-
mente una cuestión de lucha por el poder entre diferentes líderes políticos, como
periódicamente ocurre en cualquier organización política o de cualquier tipo,
incluso en nuestras propias filas, el tema no tendría entidad suficiente para que le
dedicáramos nuestra atención.
Pero con independencia de lo que pudiera haber de esto, lo cierto es que los
actuales enfrentamientos en Izquierda Unida comportan unos elementos de alto
significado político e ideológico.
Las posiciones de todos los sectores de IU que se enfrentan a la actual dirección
de esta organización, y en especial a su Coordinador Julio Anguita, Secretario
General del PCE, se caracterizan por su orientación socialdemócrata. Tanto las
posiciones de la corriente Nueva Izquierda como las estrategias electorales de
las organizaciones territoriales rebeldes de Cataluña y Galicia, apuntan a formas
de colaboración con el PSOE que vulneran el espíritu de la política que IU formuló
y adoptó en sus Asambleas congresuales. Para nosotros, los comunistas, esto
tiene mucha importancia porque ese espíritu es una constante en las organiza-
ciones comunistas. Todos los partidos comunistas del mundo nacieron con una
vocación contraria a la socialdemocracia, es decir, que el espíritu inspirador de
nuestro movimiento comunista fue el de superar las limitaciones y las carencias
de los partidos socialistas. Y en nuestro país, en concreto, Izquierda Unida
buscaba agrupar a todas las fuerzas a la izquierda del PSOE para combatir el
entreguismo y la falta de compromiso revolucionario y transformador del partido
liderado por Felipe González. A este respecto es significativo el hecho de que IU
fue el puerto de destino de aquellas personalidades del PSOE, como Alonso
Puerta, y de aquellas corrientes de ese partido, como Izquierda Socialista, que
disentían, desde posiciones consecuentes de izquierda, con la política felipista.
De ahí que los posicionamientos de los actuales disidentes de IU socavan
precisamente lo que constituye el fundamento y la razón de ser de Izquierda
Unida y del propio Partido Comunista de España.
Suponemos que a estas alturas no son necesarias grandes explicaciones para
aclarar el porqué no son deseables las formas de colaboración y coalición con el
PSOE que se proponen. En principio es muy natural que socialistas y comunistas